Los gatos son de las mascotas más limpias que existen, ya que su independencia junto a su inteligencia normalmente constituyen un alivio para sus dueños. Aun así, es conveniente cepillarlos acorde con los cuidados que requieran. De todas formas, ten en cuenta que ésta es una actividad placentera para tu minino y no le harás daño. Tampoco gastarás mucho tiempo y para los beneficios que reporta, te compensa. Míralo de otro modo: pelo que quite el cepillo, pelo que no acaba en tu sofá.
Gatos de pelo largo
A estos hay que pasarle el cepillo todos los días o, por lo menos, cada dos. De esta manera, eliminarás los pelos sueltos y ayudarás a que el gato no se trague una bola de pelo cuando se pegue sus lametazos. Desenreda con cuidado su pelo. Para esto te puede servir un peine para nudos.
Gatos de pelo corto
El cepillado, al contrario que los amigos con el pelo más extenso, puede darse una o dos veces por semana y prácticamente por los mismos motivos. Este simple gesto te ayudará a mantener a tu gato limpio, sano y le brindarás un momento de placer extremo, ¡ya sabes lo teatreros que son!
