Si tu perro se rasca constantemente o se restriega demasiado es posible que tenga algunos amigos rondado su piel o escondidos entre su pelaje, es decir, puede que tenga pulgas. Sin embargo, este es un problema de fácil tratamiento y cuya prevención es relativamente sencilla.
Qué causan las pulgas
Las pulgas son insectos sin alas que saltan enormes distancias, parásitos que por sí mismos únicamente causan picazón y molestias aunque pueden transmitir enfermedades de las que son portadoras como la dermatitis alérgica, es decir una infección que se produce porque la piel del perro es alérgica a la pulga. Otras enfermedades que pueden transmitir son la teniasis, peste bubónica y vermes.
Por eso conviene que si el perro tiene pulgas se trate cuanto antes. Las pulgas son difíciles de ver a primera vista pero sí se pueden ver sus excrementos sobre la piel y el pelo del perro. Cuando el perro tiene pulgas, se ven pequeñas manchitas oscuras que se vuelven rojas al humedecerlas.
Tratamientos para combatir las pulgas
Para tratar a tu perro lo mejor es comprar un tratamiento en cualquier tienda de mascotas, que las eliminará en poco tiempo. Los remedios caseros son poco recomendables.
Además, para prevenir, existen collares, chapús, lociones y otros productos higiénicos que previenen que se contagie, aunque no conviene mezclarlos, porque casi simpre contienen dosis de venneno. Lo más conveniente es consultar al veterinario sobre el producto y las dosis adecuadas, y seguir sus recomedaciones.
Lo mejor es prevenir que tu perro agarre pulgas así que es preciso evitar llevarlo a lugares donde pueda contagiarse, y si tienes otros animales, habrá que tratarlos también para evitar el recontagio entre ellos.
