Educando al pequeñín

Los cachorros son como bebés, pueden hacer travesuras sin que por ello sepan que lo que están haciendo está mal o que nos molesta. Y por eso, al igual que a los niños, hay que comenzar a educarles desde cachorros para evitar que nos den problemas cuando se hagan adultos.

Los perros cuando son cachorros lo muerden todo, se orinan donde les parece, y también ellos encuentran más cómoda tu cama que la suya propia, por lo que querrán dormir en ella. Educar a un cachorro es un trabajo largo que requiere de constancia, paciencia y comprensión.

Cómo educar a un cachorro

La primera norma es que hay que hablarle con voz firme. Para que el animal se habitúe a diferenciar lo que es una orden de  simplemente un juego.

Además, deberás ir al mercado y hacerte con algún lote de juguetes y golosinas para perros. Te servirán para el adiestramiento y para premiarles cuando lo hagan bien. Prohibido darle chuches cuando lo hagan mal, pues de lo contrario el animal se confunde. Prohibidas también las órdenes contradictorias.

Si te muerde, quéjate con un sollozo lastimero. Entenderá que te ha hecho. Morder para ellos es parte de su juego.

Los cachorros también lloran para hacernos chantaje emocional. Cuando te pida algo, acostúmbrale a que esté sentado para dárselo.

Si tu cachorro sufre de ansiedad por separación, deja las las luces  y/o la radio encendidas cuando esté solo en casa. Evitarás que sienta solo y rompa cosas.

Y por supuesto, en cualquiera de los casos, nunca jamás apliques el castigo físico  como método de adiestramiento. Prohibido maltratar a ningún animal.