Gato accidentado : Primeros auxilios I

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Los animales y los niños tienen muchas cosas en común, y una de ellas es que, con frecuencia, hacen saltar nuestro corazón del pecho por alguna causa. Son traviesos, curiosos, inocentes, confiados, juguetones y, en consecuencia tienden a accidentarse. Hoy te mostramos algunas pautas acerca de primeros auxilios gatunos para que estés preparado.  Y es que actuar con urgencia es clave para evitar finales trágicos.

Gatos accidentados

Cuando encontremos a nuestro gato accidentado o con mal aspecto lo primero es examinarle para averiguar qué le ha pasado. Tendrás que hacer una inspección general. Mirar si está sangrando, cómo respira, el pulso, temperatura, si desprende olores extraños, y es importante mirarle el color de las mucosas.

Detalles importantes en el auxilio  a un gato accidentado

Es especialmente importante prestar atención a partes del cuerpo como la cabeza y el cuello, el abdomen, la columna y su estado neurológico.

Cogiéndole con delicadeza, examina que no tenga dolor o rigidez en su cuello, las pupilas y su respuesta ante la luz. Fíjate si tiene heridas en la cara o en el cráneo, así como si está expulsando sangre o cualquier tipo de fluído por oídos o nariz.

Tendrás que cuidar de averiguar el estado de sus costillas, su mandíbula y la posición de sus dientes, si le cuesta masticar o tragar.  Y también su abdomen para saber, palpando suavemente si le duele (en caso de dolor se encorvará y gritará) o si emite sonidos.

Para comprobar el estado neurológico, tócale el ojo y mira si parpadea, comprueba la flacidez o rigidez de las extremidades.

En todo caso, actúa con cuidado y con urgencia y corre al veterinario.