La diferencia entre avispa y abeja va mucho mas allá de sus nombres

La diferencia entre avispa y abeja va mucho mas allá de sus nombres

 

Dominados por la cultura popular, resulta común que muchas personas se encuentren condicionadas para no encontrar ninguna diferencia entre avispa y abeja, pero lo cierto es que estas especies de himenópteros pese a encontrarse visiblemente emparentadas gozan de características únicas y diferenciadas, cuyo estudio valdrá mucho la pena tener en consideración.

Diferencia entre avispa y abeja: Aspectos físicos, morfológicos y cromáticos.

Una de las características que erróneamente se considera ser compartida es el estar dotadas de una pigmentación que oscila entre el color negro y el amarillento. Bastará un examen más detenido para darse cuenta en sus discrepancias en cuanto al color: Las abejas presentan rallas amarillas menos definidas y su cuerpo es de color pardo a diferencia de la avispa que si exhibe la estructura tradicional.

Su morfología es otro rasgo que las permite diferenciar, principalmente por que las avispas presentan una división pronunciada sobre la región interna de su tórax, aspecto completamente ausente en su especie relacionada.

Por supuesto, en ambas especies resulta característico el uso de su aguijón. Sin embargo, las abejas mueren al usarlo una vez y las avispas no. La razón es que el aguijón de las abejas tiene unos pequeños garfios que hacen que se adhieran a la piel del animal atacado. Al soltarse, la abeja desgarra sus órganos internos y muere. A pesar de esto, las abejas pueden ser muy animales muy peligrosos.

En cambio, los aguijones de las avispas no tienen estos garfios y, en consecuencia, pueden picar a su víctima más de una vez; también lo pueden morder, porque tienen mandíbulas (las abejas no).

La alimentación, la gestión de roles y el comportamiento: Otros rasgos más de característica poco similar.

La brecha que separa a la familia de las avispas del grupo de las abejas se incrementa cuando se analiza el aspecto del consumo alimentario y nutricional, resulta universalmente conocido el hecho de que las abejas y sobre todo las obreras sobreviven mediante el consumo de néctar extraído de las flores, caso aparte resultan las avispas reconocidas por ser principalmente omnívoras y por albergar una extensa variedad de fuentes alimentarias.

Su desempeño en el ecosistema es tan dispar entre sí que representa una indudable diferencia entre avispa y abeja, las primeras son unos excelentes mecanismos para el control de plagas, dada su capacidad para la eliminación de larvas, las abejas por su parte fomentan el desarrollo de los diferentes procesos de polinización, hecho que repercute en las habilidades de estas para sobrevivir en colonias de manera grupal o individual en enjambres escasos.

Mecanismos básicos de reproducción: La diferencia final y más pronunciada entre ambas especies.

Con el propósito de fecundar una nueva población, cada una de las colonias de abejas que en la naturaleza pueden crecer existe una abeja reina, la cual tras el cuidado progresivo de las obreras es la encargada de procrear los gametos que se convertirán en estos especímenes. Su morfología reproductiva es por tanto de carácter centralizado.

Las especies de avispas disfrutan de una modalidad que les permite una mayor libertad de coexistencia y acción, en su existencia carecen de un lugar fijo de reproducción en cambio todas las hembras pertenecientes a la comunidad poseen la facultad de producir nuevos ejemplares.

En múltiples casos se ha demostrado que pueden adoptar el comportamiento de sus homologas, solo bajo circunstancias especiales, único rasgo capaz de borrar la común diferencia entre avispa y abeja.