Más vale prevenir que curar, reza un refrán. En el caso de nuestras mascotas, no debemos de olvidarlo, ya que nos podemos llevar un buen susto.
Si la salud de tu animal no te motiva a tenerlo cuidado porque crees que es fuerte y la naturaleza es sabia, te recuerdo que los veterinarios no son baratos y menos todavía los de guardia, así que emplea unos minutos de cada semana en verificar que los ojos de tu gato estén bien.
Los ojos son susceptibles a muchas enfermedades
Los ojos de los gatos son vulnerables. Están expuestos y cualquier pequeña molestia puede convertirse en una enfermedad que les afecte seriamente. Piensa que, precisamente en los gatos, los ojos son unos órganos muy importantes. Sus pupilas se adaptan para captar el máximo de luz de cada ambiente. Es muy fácil detectar los cambios en los ojos de los gatos, basta con examinarlos.
Síntomas más frecuentes
Los síntomas habituales que preceden o dan indicios de una enfermedad son las secreciones o lagrimeo excesivo, inflamaciones de párpado, cambios de color o sensibilidad anormal a la luz.
Cada dos años resulta conveniente hacerles un pequeño test ocular que puedes llevar a cabo en tu propia casa. Tápale un ojo a tu gato y acerca un dedo al que queda descubierto. Si no parpadea, puede tener algún problema, así que llévalo de inmediato al veterinario.
