¡Mi conejo está a dieta!

Falta de ejercicio, buena comida, y además lo queremos tanto que cuando nos mira con esa carita de niño bueno nos caemos rendidos a sus patas y les damos todo lo que nos piden. O aquello que nosotros los amos, imaginamos que nos están pidiendo, es decir, golosinas. Como todos los niños, nuestras mascotas también necesitan de mimos, de cariño y de algún gustazo de vez en cuando. Pero sin abusar, si ese mimo presenta forma de golosina y está compuesto por grasas y azúcares. A la larga nuestra muestra de gratitud por su compañía puede hacerle daño, estaremos criando un conejo gordo. La obesidad de los conejos es una enfermedad.

Sólo vegetales

La dieta de un conejo debería estar basada fundamentalmente en vegetales. El heno es un producto que nunca debe faltarles. Una pequeña cantidad de buen pienso, garantiza que no le falte ningún nutriente. Como golosinas, un pedacito de frutas de vez en cuando.

¿Mi conejo está gordo?

Si tu conejo está gordo, notarás que no alcanza a lavarse. Tienen pliegues de piel anormales, que tenderán a infectarse a causa de la humedad.

Consecuencias

Un conejo mal alimentado hará las heces más blandas de lo habitual exponiéndolo a la suciedad e infecciones. Además, no llegará a comerse los cecotrofos y le faltarán vitaminas y bacterias buenas. Le rondarán la triste artritis y la pododermatitis.

Remedios

Aumenta los vegetales de hoja verde.

Reduce el pienso.

Haz que se mantenga activo y haga ejercicio.