Por qué tú gato no usa su caja de arena

Tener un minino como mascota es un privilegio y una gran responsabilidad, asegurando una vida llena de buenos momentos, pero también con ciertos retos y temores que no todos saben cómo afrontar.

Entre los desafíos más comunes que tienen que enfrentar los dueños de gatos está la caja de arena y la gran duda de ¿por qué tu gato no usa su caja de arena?

Este es un problema que no solo afecta a los dueños más novatos, y puede llegar a convertirse en una fuente importante de sufrimiento tanto para el felino como para la persona.

Desde problemas de salud hasta los gustos particulares de cada gato, ¿qué lleva a que estos no quieran usar su arenero? Descúbralo a continuación.

Causas médicas

Las señales de alarma deben activarse inmediatamente cuando un minino, que nunca antes había mostrado complicaciones con su caja de arena, deja de usarla de repente y sin que haya un factor externo que lo provoque.

Detectar enfermedades o dolencias en los gatos es una tarea difícil, ya que estos ocultan hasta el último momento su malestar, pero si hay algo que suele delatarlos es su conducta al momento de defecar u orinar.

Estas patologías pueden ir desde infecciones, diarrea o estreñimiento, enfermedades renales o gastrointestinales, diabetes, enfermedades neurológicas, disfunción cognitiva; problemas visuales u olfativos, osteoartritis, hipertiroidismo, entre otros.

Es de suma importancia llevar al felino con un veterinario para descartar cualquier causa médica que pueda estar ocasionando esta conducta.

Problemas con la caja de arena

La relación de los gatos con la caja de arena es complicada, por una parte, es su más grande aliada, pero por otra, si esta no cumple con los requisitos mínimos para que sea de su agrado, no querrán saber de ella jamás en su vida.

La elección de una caja o arena inadecuada es la causa más común de la aversión de los gatos hacia los areneros.

La ubicación, el tamaño de la caja y el tipo de arena utilizada son factores cruciales para los felinos, y para las personas si es que no quieren accidentes en el hogar.

En muchos casos, lo que le parece más conveniente a la persona no lo es realmente para el minino, y esto por lo general es el detonante del problema.

Factor emocional y factores externos

Los gatos, aunque no lo parezca, son animales altamente susceptibles al estrés y la ansiedad, y ciertos cambios o situaciones que puedan parecerles amenazantes podrían llevarlos a desarrollar miedo a usar la caja de arena.

No es nada raro que después de una mudanza, cambio de rutina o la llegada de un nuevo miembro al hogar (humano o no), el gato deje de usar su arenero, como una manifestación clara de su confusión ante dichos cambios.

Incluso algo que puede parecer tan pequeño, como cambiar la ubicación de un mueble o de la propia caja, puede ocasionarlo.

Por otra parte, cuando existe una amenaza latente para el felino, como lo pueden ser otros animales, gatos o niños, su miedo a encontrarse vulnerable mientras hace sus necesidades lo llevará a buscar un lugar más seguro y lejos de riesgos.

Algo estrechamente relacionado con la ubicación de la caja de arena, la convivencia con otros gatos y los casos de marcaje territorial.

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