Vacaciones de Navidad, Semana Santa o semana blanca, dos días de fiesta entre semana que se únen en un agradable puente festivo, y te apetece viajar.
En nuestro tiempo libre, nos gustaría poder estar más cariñosos con nuestra mascota, pero también nos apetece irnos a algún lugar para estar relajados.
¿Qué hacemos entonces? ¿No podemos aunar nuestros dos deseos?
En vacaciones cuenta con tu mascota
En el caso de un perro es más fácil, pero un gato ya se sabe lo que se dice de ellos. Los gatos son animales independientes, huidizos, solitarios y con un carácter especial. ¿Tú también te lo has creído? Hay gatos que son muy cariñosos y buscan el contacto con sus amos. Así que si no es demasiado nervioso, no le dejes en casa, llévale contigo.
Viajando con gato
-Fundamental es escoger un transportín que sea cómodo, amplio y seguro. Procura que el gato se acostumbre a entrar en él. Colócale material absorbente y papel.
-Si viajas en avión: infórmate antes en la compañía.
-Si viajas en coche: vigila la temperatura y la ventilación. Deben ir sujetos y seguros.
-En tren no suele haber problemas de admisión de animales. No obstante, pregunta.
-Procura que los trayectos no sean muy largos. Mejor si no hacen escala. El animal necesitará relajarse, beber agua y estirar las patas.
-Al llegar al destino, dále agua y comida, y tranquilízale con caricias y mimos suaves. Comprende que tu gato esté nervioso por las aventuras vividas y por estar en un sitio desconocido.
